martes, 26 de agosto de 2008

Los juegos olímpicos, una razón para convivir.

Han concluído los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, dejando una estela de hermandad entre China y el resto del mundo.
Sobra decir que sorprende como ese país asiático logro abrirse, tras cientos de años de no hacerlo, a las demás naciones del orden.
Pero quizá eso no haya sido lo único importante. Me refiero a que las naciones por fin pudieron reunirse y brindar aormonía
Ricos y pobres estar juntos. Nos olvidamos de guerras, de disputas por el terriotorio. No hubo problemas por el petróleo, o diferencias de religiones, raza o credo.
Solo hubo la fraternidad que nuestro mundo tanto anhelaba. Tantas fricciones había ocasionado dolorosas heridas, que ahora, con el deporte han sanado un poco gracias a la fraternidad y a la convencia que puede existir dentro del espíritu humano.
Tal vez los problemas no se hayan solucionado del todo. Pero durante 17 días, mas de 200 países pudieron estar juntos y convivir en paz.
El fuego olímpico regresará a Grecia para descansar, y lo estaremos esperando con ilusión para cuando despierte dentro de cuatro años.
La nostalgia en la ceremonia de clausura arrancó emociones, lágrimas y risas de los atletas... y de nosotros también, esperando la póxima justa.
Musica, color, luces....
¡¡Nos vemos en Londres!!
Ferrel Silveyra
** La búsqueda de la verdad, comienza con una mirada a nuestro interior **

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